CURIOSIDADES DE LA TRAGEDIA DE LOS ANDES

Son muchas las anécdotas y curiosidades que rodean al Milagro de los Andes… antes, durante y después de los 72 días de supervivencia.

Las 7 vidas de Javier Methol

Javier Methol, antes de casarse, tuvo un accidente de moto. Estuvo inconsciente varias semanas y permaneció ingresado durante meses. Quedó tuerto de un ojo y no recobró la memoria completamente.

También estuvo ingresado en un hospital estadounidense durante meses debido a un grave episodio de tuberculosis.

 

Los supervivientes de los Andes tenían mucho tabaco

Casi todos los supervivientes eran fumadores antes del accidente.
Gustavo Zerbino, que no fumaba antes, se aficionó a fumar en la cordillera.
No tenían escasez de tabaco: Javier Methol y Pancho Abal trabajaban para compañía de tabacos y habían ido cargados de cartones conscientes de la escasez de tabaco que había en Chile por aquel entonces.
Aún así, como no sabían cuanto tiempo iban a estar en la montaña, lo racionaron: a cada fumador, le correspondía un paquete de 20 cigarrillos cada 2 días.
Tuvieron tabaco hasta el día del rescate.

Los únicos que no fumaban era Nando Parrado, Roberto Canessa y Antonio Vizintín.

 

Las conversaciones nocturnas en el fuselaje

Cuando la noche se cernía sobre ellos, se resguardaban dentro del fuselaje. Las noches eran largas, por lo que permanecían allí acostados largas horas.
En ocasiones era inevitable hablar sobre lo mucho que echaban de menos a sus familias y a sus novias, pero era un tema de conversación que les llenaba de tristeza.
Pero el tema de conversación más recurrente era la comida: continuamente hablaban de sus platos y restaurantes favoritos y de todo aquello que querían comer en cuanto llegasen a Montevideo.
Describían dichos manjares con todo tipo de detalle, e incluso fantaseaban con poner un restaurante a su regreso.

 

La Salve

Con frecuencia los supervivientes rezaban la oración «Salve», que dice lo siguiente:

«Dios te salve, Reina y Madre de misericordia. Vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas

Sorprende que el valle en el que descansaban junto a los restos del fuselaje ya era conocido, antes de la tragedia, como El Valle de las Lágrimas.

 

Apenas hubo peleas o conflictos

¿Había peleas entre los supervivientes?
Sí, con frecuencia había pequeñas refriegas por una pequeña patada involuntaria (dormían apiñados) o algún problema en la convivencia.
Roberto Canessa y Vizintín eran los que tenían un carácter más explosivo y violento, mientras que Daniel Fernández era el más ducho a la hora de calmar los ánimos.
Por fortuna, todas las discusiones y peleas terminaban enseguida, e iban acompañadas de sentidos arrepentimientos y disculpas.

Último día con los rescatistas

 

Los supervivientes tenían estreñimiento

La pobre alimentación de los supervivientes tuvo como consecuencia un terrible estreñimiento. A Fito Strauch incluso le causó un problema de hemorroides bastante limitante.
Todos sufrían tremendamente, pero no por ello dejaron de encontrarle su lado cómico; aplaudían cuando alguno de sus amigos conseguían defecar, e incluso hicieron apuestas sobre quién sería el último en conseguirlo, título que consiguió Bobby François, después de 34 días nada menos.
Ironías del destino, al estreñimiento le siguió una epidemia de diarrea.

 

¿Cómo celebraban los cumpleaños?

Celebraban todos los cumpleaños, y cuando uno de los supervivientes cumplía años, recibía como regalo un paquete de cigarrillos.

 

El zapato rojo de Nando Parrado

La madre de Nando Parrado compró en la escala de Mendoza unos zapatitos rojos de bebé para su nieto.
Cuando Nando partió en la última expedición se llevó uno de los dos zapatitos, y le dijo a Carlitos Páez que regresaría para coger el otro y llevarle el par a su sobrino.

 

El Monte Seler

Cuando Nando Parrado alcanzó al cumbre de la enorme montaña que les franqueaba el paso hacia el Oeste, decidió bautizarla como “Monte Seler” en honor a su padre, Seler Parrado.
Escribió en una bolsa de plástico con carmín “Seler” y la colocó bajo una piedra de la cima.

 

El padre de Roberto Canessa supo que su hijo estaba vivo a través de un taxista

El padre de Roberto Canessa viajó a Chile para colaborar en las tareas de búsqueda de su hijo.
El 21 de diciembre estaba a mitad de camino (en Buenos Aires) de su regreso a Uruguay para pasar las vacaciones cuando tomó un taxi.

El taxista, tratando de dar conversación a su cliente, dijo: “Ha oído las noticias? Han encontrado el avión uruguayo”.

Le pidió al taxista que pusiera la radio, y juntos escucharon la noticia. Habían aparecido dos supervivientes del avión de rugbistas uruguayos estrellado en los Andes. Eran Fernando Parrado y Roberto Canessa.

 

Carlos Páez Vilaró se enteró de que había supervivientes en el aeropuerto

Carlos Páez Vilaró (el padre de Carlitos Páez) estaba en el aeropuerto de Santiago de Chile a punto de embarcar en el avión de regreso a Uruguay para pasar las navidades.
Llevaba escondido debajo de su abrigo un cachorro que quería regalar a sus hijas esa Navidad.

De pronto, los altavoces del aeropuerto hicieron una llamada: “Habla la policía internacional. Detengan a Carlos Páez Vilaró”.

Inmediatamente pensó que esa detención se debía a sus intenciones de meter el cachorrito en el avión. Pero se equivocaba. Le llamaban para comunicarle que habían aparecido supervivientes del vuelo en el que viajaba su hijo.

 

El altímetro del avión estaba averiado

Los supervivientes siempre pensaron que se encontraban a 2.500 metros de altitud pues es lo que marcaban el altímetro del avión.
Más tarde supieron que se había averiado y que en realidad estaban a más de 3.600 metros de altitud.

 

El presentimiento de Carlitos Páez

El jueves 21 de diciembre por la tarde, Carlitos Páez tuvo el presentimiento de que habían encontrado a Parrado y Canessa. Se lo dijo a Fito Strauch en ese mismo momento, pero le pidió que no dijese nada al resto de sus compañeros.
Por la noche, cuando terminaron de rezar el rosario, Daniel Fernández dijo “Caballeros, tengo el vivo presentimiento de que los dos expedicionarios lo han conseguido. Nos rescatarán mañana o pasado mañana”.

 

Supersticiones: El número 13

Los supervivientes siempre señalan el estrecho vínculo entre el número 13, considerado en muchas culturas como número de la mala suerte, con la Tragedia de los Andes:

  • El accidente del Fairchild se produjo un viernes 13.
  • El número de identificación del avión era 571 (5+7+1 =13).
  • 13 personas fallecieron en el momento del impacto del avión.
  • 13 supervivientes son los que esperaron el resultado de la última expedición.
  • 13 eran los dólares que había en la cartera de Eduardo Strauch que apareció en la cordillera 38 años después del accidente.
  • 13 letras contienen las palabras Old Christians.
  • 13 letras contiene el nombre del arriero: Sergio Catalán.
  • El avión C47 de la FAU que participa en las tareas de búsqueda (cuyo motor fallaba) tenía el número 508 (5+0+8 =13).

 

Las cartas de Carlos Páez Vilaró

Carlos Páez Vilaró envió, a través de uno de de los andinistas que viajaban en el helicóptero de rescate unas cartas para los muchachos.

La primera era para todos los supervivientes:

“Anímense y tengan confianza. Les mando unos helicópteros como regalo de Navidad.”

La segunda era para su hijo Carlos:

“Como verás, siempre estuve pendiente de ti. Te espero con más confianza en Dios que nunca. Mamá está en camino con dirección Chile. El viejo”.

 

Las gafas (marcos) de Felipe Maquirrian

48 años después del accidente, las gafas de Felipe Maquirrian fueron encontradas en el montaña y entregadas a su familia.

 

La cartera de Eduardo Strauch

38 años después del accidente, un montañista mexicano encontró la cartera de Eduardo Strauch.

 

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